LEO CAMPOS se equivocó feo y se llevó puesto al delantero de Vittorioso. Penal indiscutido cobrado por Garay. Campos venía bien, pero "no me pude frenar" dijo luego.
Tal vez el puesto de arquero no da lugares a errores. Se paga con gol. Pero esta vez tuvo revancha. Se quedó con el penal y salvó la caída de Sevilla. Luego, agrandado, sacó todo lo que le tiraron. Ganó en confianza y terminó siendo la gran figura de la tarde. Del odio al amor en un sólo p...enal.