PURO BOMBO

Finalizado el primer tiempo, el cual Basilea le ganaba por 1 a 0 a Sevilla, el árbitro Leiva (la tortuga) manifestó que no podía seguir dirigiendo por una "supuesta" lesión en uno de sus tobillos. Sin embargo, siguió arbitrando desde la linea del lado de la parcialidad de Basilea ( en gran número). Hasta ese entonces, el arbitraje era mediaamente malo, pero no pésimo. Leiva no medía con la misma vara las infracciones de un equipo y el otro. Pero no era incidente en el resultado. Lo reemplazó un señor no conocido en la liga. Su primer error fue no cobrar un penal para Sevilla, tras una falta brusca al juvenil Diego Avellaneda claramente dentro del area. Dicho foul derivó en la quebradura de un dedo del juvenil que no pudó continuar y terminó en el hospital. La caída fue muy fuerte por la gravedad del foul. El árbitro ni siquiera amonestó al rival y otorgó la infracción fuera del area. Sevilla reclamó mas de 7 minutos por esa jugada mientras la ambulancia se llevaba al jugador. Luego amonestó a 3 jugadores de Sevilla por faltas comunes en mitad de cancha. Basilea tenía rienda suelta, al mejor estilo Battaglia, Cascini, Schiavvi y Chicho Serna en Boca. Nada de amarillas para Basilea. Era evidente que estaba favoreciendo al rival de Sevilla.
Al minuto 32 marca foul para Basilea. Sevilla ya había descontado tras un golazo de Héctor Alice de larga distancia. Jugadores de Sevilla le miran el reloj al árbitro y faltaban 8 minutos. Se hace el foul. Pasan un par de minutos y pita el final tras la orden de Leiva que le marcaba que ya estaba cumplido el final del partido. ESCANDALOSO.
El árbitro no quiso mostrar el reloj ni ante el pedido de Daniel Martinez. Sevilla ya había pedido que no lo dirija mas en el torneo pasado.