La fiesta comenzó la noche previa, cuando la barra de Sevilla liderada por su actual jefe Santiago White, y secundado por su ladero fiel Leandro "paco" Rodriguez le dio el apoyo incondidional pase lo que pase a sus jufgadores que concentraban en el Bunker Sevillista, ubicado en la calle Catamarca, a la vuelta del predio de fútbol 6, de Sportevents.
A las 8 de la mañana, y sin dormir, el "Santi" se fue en colectivo junto a uno de sus secuaces (gera) hacia Lomas de Zamora en busca de pirotecnia. No consiguió las bengalas de humo, entonces se mandó hacia Once. Todo en colectivo, taxis y apurado porque se hacía la hora del partido. Llegó y no paró de alentar. Manejó la barra como debe ser y se quedó hasta altas horas de la madrugada, poniendole el sello necesario a este festejo inigualable.